Ciertos campos de concentración y determinadas áreas dentro
de los mismos estaban preparados principalmente para las mujeres en la Alemania nazi. Tirando de archivo, los nazis inauguraron en mayo de 1939 el campo de
Ravensbrueck. Este campo de concentración era el más grande destinado para
mujeres. Así, más de 100.000 mujeres habitaron este campo situado al noreste de la ciudad de Fürstenberg, 90 km
al norte de Berlín,
aunque en 1941 se anexionó un campo para hombres e incluso, en 1942 se añadió
un campo preventivo para mujeres y niñas menores.
Otro campo creado para
mujeres se estableció en Auschwitz, situado a unos 43 km al oeste de Cracovia,
al cual fueron deportadas numerosas prisioneras de Ravensbrueck. Como último ejemplo se encuentra el campo
situado en Bergen-Belsen, a 11
millas al norte de Celle, en el estado de Baja Sajonia, donde fueron transferidas muchas
mujeres provenientes de Ravensbrueck
y Auschwitz.