lunes, 29 de diciembre de 2014

El negocio de la velocidad

Entre el 1 de noviembre de 2011 y el 30 de octubre de 2014, la Dirección General de Tráfico ha recaudado 508 millones de euros en concepto de multas por velocidad, lo que da uno media de casi 170 millones de euros al año (datos aquí).

Así, no parece extraño que cada día que pasa se instalen nuevos radares y se establezcan límites de velocidad progresivamente más bajos para incrementar la recaudación. Pero... es por nuestra seguridad.

Casi todos los días se instala un nuevo radar en nuestro país, bien en las carreteras nacionales como las autonómicas o las provinciales. Este dinero podría usarse para mejorar la calidad de las carreteras o incrementar los servicios, pero desde la administración se ve más rentable recaudar dinero para llenar las arcas.


En el año 2013 se llevo a cabo la activación de un nuevo radar, el Pegasus, instalada en un helicóptero con la posibilidad de detectar y fotografiar a más de cien metros de altura excesos de velocidad. Y, aunque parezca mentira, este año que termina se cierra con 10 radares Pegasus operativos.


Los españoles en lo general no somos muy propensos a cumplir los límites de velocidad (datos aquí y aquí), puede que por una falta de educación vial en los colegios o quién sabe. Pero lo que es verdad que tenemos un grave problema: Por un lado se ponen cada día nuevas limitaciones que se hacen legales tras pasar por el Congreso y el Senado. Luego las aprueba el Consejo de Ministros y a hacer caja. Y la DGT y los ayuntamientos, como brazo ejecutor, se ocupan de poner nuevos radares y de cobrar las multas. Y los conductores siguen incumpliendo las normas porque los límites no son realistas.

En el próximo Reglamento General de Circulación, hay nuevos límites de velocidad. Pero estos no se van por aquellas ramas de 130 km/h en tramos y circunstancias concretas. Me refiero a la limitación a 90 km/h en toda carretera no desdoblada de más de 6,5 metros de calzada, de 70 km/h en las carreteras de menos de esa anchura pero con marcas en el centro y de 50 km/h en las que no tengan esa marcas que indican el centro de la carretera (estas limitaciones son las que están en la propuesta previa a su aprobación).
Y, ¿quién sabe cuál carretera es no desdoblada de más de 6,5 metros de calzada? En realidad, con que lo sepan los expertos de la DGT que ponen el radar y ajustan cuándo hace la foto es suficiente...

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